lunes, 12 de diciembre de 2016

'No hay cuervos' - John Hart

En esta entrada os voy a hablar de la novela No hay cuervos (The last child, originalmente), del escritor estadounidense John Hart. La verdad es que la traducción del título tiene su qué. Está claro que no es una traducción literal del título original ni tiene aroma a éste. Es decir: para mí, cagada. Pero, por otra parte, el título que le dan en la traducción me parece bastante acertado teniendo en cuenta el cuerpo de la novela. Bueno, quizá el autor debería haber titulado el libro There aren't crows y no The last child. En todo caso, estamos ante una novela con una crítica notable (incluyendo haber obtenido varios premios). Así que no me podía resistir a leerla.

SINOPSIS (vía Quelibroleo.com):
Con trece años, Johnny Merrimon tiene que enfrentarse a situaciones que ningún chico de su edad debería afrontar. En el año transcurrido desde la desaparición de su hermana melliza, Alyssa, su mundo se ha venido abajo: su padre les ha dejado y su frágil madre se encuentra inmersa en una espiral de autodestrucción. Pero Johnny se mantiene fuerte. Provisto de un mapa, una bicicleta y una linterna, acecha a todo hombre fichado por abusos en el Condado de Raven. La policía puede que haya renunciado a encontrar a Alyssa, pero él nunca lo hará. Alguien, en algún lugar, sabe algo y lo está ocultando... Solo una persona se preocupa por Johnny: el detective Clyde Hunt, que comparte su obsesión por el caso.

*** Nota: No he copiado toda la sinopsis porque creo que cuenta más de lo que debería contar (suele pasar).

Ahora, ¡a diseccionar la novela!

Con una prosa ágil, eficaz y poco recargada, nos trasladamos al corazón de Carolina del Norte, relativamente cerca de la costa oriental/atlántica de EE.UU. Hay que recordar que Carolina del Norte fue uno de los estados confederados/esclavistas. Y puedo decir que los ecos de ese pasado están bastante presentes a lo largo de la novela. También hay cierto espacio para ritos tradicionales y convicciones religiosas que nos ayudan -aún más- a trasladarnos a esa América Profunda.

Y nos trasladamos de la mano de los dos personajes principales (los que se mencionan en la sinopsis, claro): Johnny Merrimon (chico de trece años) y Clyde Hunt (detective de mediana edad). A diferencia de otras novelas, estos dos protagonistas no son antagónicos ni nada por el estilo. Es verdad que hay cierto enfrentamiento entre ambos, pero digamos que también hay un respeto recíproco. Y los dos tienen una obsesión: encontrar a Alyssa Merrimon, la hermana melliza de Johnny, desaparecida hace un año.

Johnny es un ¿pre?adolescente/muchacho fuerte, decidido, maduro, de fuertes convicciones... Su obsesión por dar con Alyssa -y recuperar la vida que antes tenía- le ha llevado lejos, muy lejos. Va por ahí (no importa dónde), cogiendo cosas, quemándolas... a modo de ritual (esa América Profunda...). Y, como se comenta en la sinopsis, también tiene constancia de todos los pederestas de la zona (¿hay un listado público o qué?). Incluso conoce sus hábitos. No le importa coger la vieja camioneta de su madre -luego hablaré sobre esto- y hacer lo que tiene que hacer (esto es algo que viene a decir varias veces a lo largo de la novela). Vamos, que va a su rollo, comportándose como un adulto. Y la verdad, todo es un poco inverosímil. No sé, que conduzca con trece años como si nada, que los Servicios Sociales no acaben de tomar ninguna decisión... Está claro que el detective Hunt le protege, pero aún así... Y hablando de eso, el chaval parece mejor detective que el propio Clyde Hunt. Por otro parte, decir que Johnny está un poco 'peleado' con Dios (por ahí, de hecho, digamos que hay un hilo argumental). Bueno, es normal; un año después de la desaparición de Alyssa, su familia sigue rota, pese a que le rezaba a Dios para que dejara de estarlo. Con todo, un personaje bastante bien perfilado, interesante y con el que, de algún modo, es fácil conectar.

Sobre el detective Clyde Hunt, decir que también me ha parecido un personaje interesante y, dicho sea de paso, más creíble que el de Johnny. Ahora bien, me temo que es demasiado 'creíble'. A ver, quiero decir que no tiene más garra que otros muchos policías de ficción (luego menciono alguno). No hay un golpe de efecto en su personalidad. A mi juicio y si no me olvido de nada, no hay nada en él que le lleve más allá de un personaje un tanto plano. No digo que el personaje no esté bien dibujado y tal y cual, pero quizá no tiene el carisma suficiente para ser un personaje para recordar. Como decía, parece cortado por un patrón muy similar al de otros policías/detectives de ficción. Un ejemplo podría ser Sean Devine, de la novela de Dennis Lehane Mystic River (Kevin Bacon le da vida en la película). Sin embargo, el ejemplo más claro que se me ocurre es el de Lucas Davenport, que lleva el peso de numerosas novelas de John Sandford. Son detectives solteros ('ella se fue...'), obsesionados con los casos (un detective es detective todo el día y todo los días), de poco dormir, de beber whisky de vez en cuando, un tanto asociales y con malas relaciones (con exparejas, superiores, etc.), etc. Pero no sé, aún así, creo que el detective Clyde Hunt no llega a tener el punto que tienen los otros dos (ya digo, a mi juicio). Pese a ello, como con Johnny, es fácil conectar con él.

Luego hay otros personajes que tienen bastante importancia en la novela. Por no hacerme demasiado pesado, hablaré de dos. Uno es, claro, Katherine Merrimon, la madre de Johnny. Es una mujer joven, extremadamente bella/atractiva, pero presa de las drogas y de un odioso buitre -con perdón para dicho animal- llamado Ken Holloway (rico; metió a Katherine en el mundo de las drogas, la maltrata, etc.). Katherine, por supuesto, no ha superado la desaparición de su hija... ni la de su marido. Parece que él se fue porque ella le echó la culpa de la desaparició de Alyssa (Johnny se lo recrimina). Por supuesto, no tiene la fortaleza de su hijo (incluso él la odia por ello; por otro lado, la quiere mucho). También tiene una relación bastante... cercana con el destective Hunt (diré que es más cosa de él que de ella).

El otro personaje que quería comentar es el de Jack, el amigo de Johnny. Bueno, es un muchacho más o menos normal en muchos aspectos... aunque un tanto maltratado por la vida (tiene un brazo lisiado, etc.). El personaje no tiene la fuerza que tiene Johnny, pero es lógico. Con todo, un personaje un poco insulso pero que cumple su función a lo largo de la novela. Por supuesto, hay más personajes más o menos importantes en la novela (uno algo paria/odioso, otro un tanto exótico, alguno que otro que hace su función en la novela sin mucho ruido...), pero tampoco quiero alargarme mucho ni destripar nada.

Hablando de personajes... Sí quiero apuntar una cosa. Una de las cosas que no me ha gustado de la novela es que, por un lado, hay cierto reduccionismo en el círculo de personajes. Hay demasiada relación entre ellos (no entre todos, pero casi). Y yo entiendo que es una ciudad pequeña, pero... Por ejemplo, me ha chirriado un poco el entorno de Jack, el amigo de Johnny. ¿Por qué? Pues porque su padre es policía y, por supuesto, trabaja con/para el detective Hunt y su hermano es amigo del hijo de éste (el detective Hunt). No sé, como demasiada casualidad, ¿no? Bueno, es algo similar al círculo de personajes que se nos presenta en la ya mencionada -y magnífica- Mystic River, pero en ese caso me parecía menos artificial (la historia se forja a partir de eso precisamente).

Con todo, la novela es de esas agradecidas. Cumple perfectamente su función de entretener. De hecho, engancha bastante. Quizá es un poco irregular, pero tampoco es que se venga abajo (sigue transmitiendo tensión, etc.). Cuenta con algún giro o golpe de efecto más o menos interesante e impredecible, pero no creo que en general sean muy impactantes -quizá sí alguno de ellos- ni brillantes. En fin, se trata de una novela policiaca/negra bastante típica. Sobre todo quizá dentro de las made in USA.


Por desgracia, a lo largo de la novela también hay lugar para alguna leve contradicción. Por ejemplo, se habla indistintamente de "víbora" y de "culebra". A ver, son dos cosas diferentes (por los ojos las conocerás). Claro que no sé si es cosa del escritor o de la traducción. En todo caso, aviso a navegantes.

Sobre el final (me refiero a cuando se esclarece todo)... pues... bueno, digamos que está bastante al nivel del desarrollo de la novela. Es decir, me parece que está bien sin llegar a ser brillante. Yo creo que es bastante impredecible sin que digas "Joder lo que se ha sacado de la manga el 'listo' éste". O sea, que bien por ahí. Pero, por otro lado, creo que un poco sobrio, frío, anodino... En fin, como decía, no me parece brillante. Por otra parte, después de que se esclarezca todo, hay una especie de epílogo (son las últimas páginas del libro, claro). En él hay cierto guiño religioso, hablando un poco de si milagro o no y tal y cual... Y bueno, no me ha gustado. No sé, me ha parecido bastante americano, pero... no sé, creo que no venía a cuento. De hecho, el detective Hunt le dice algo a Johnny que me parece un tanto repulsivo (no lo aclaro por no destripar nada). Quizá sepáis a qué me refiero si habéis leído o leéis el libro (esa conversación final...), y si no podéis preguntármelo por privado.

¿Mi nota? Pues diré, a bote pronto, que entre un 7 y un 7,5. Me ha sorprendido que en varias páginas tiene una nota superior a la que le doy yo, pero sobre todo porque es superior a la que se le da a novelas como Mystic River o Cualquier otro día (ambas de Dennis Lehane), y que yo creo que son superiores (más complejas y brillantes). Pero en fin, quizá tenga que ver con el hecho de que No hay cuervos tenga un menor número de valoraciones. Y/O quizá también con un tema de gustos. Ya sabéis: para gustos, ¡los colores! En todo caso, y creo que está claro, me ha parecido una buena novela (no brillante) y, por supuesto, la recomiendo. [Y yo que pensaba que no tenía mucho que contar de la novela...]

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